Proyectos

Llamado a propuestas 2009-2010

Encarar la crisis : para una economía responsable, plural y solidaria.

La crisis financiera y económica testifica del fracaso de la globalización neoliberal que, desde los años 80, no ha en nada cumplido con sus promesas de prosperidad compartida. Muy al contrario, revela el riesgo sistémico que sufren las poblaciones y los países que fueron excluidos de la acumulación financiera durante años y constituyen hoy en día sus primeras víctimas.

Financiarización económica, liberalización del comercio y mercantilización de un número creciente de bienes y servicios han traído consigo una profundización de las desigualdades de los ingresos y de los patrimonios, sin mejora notable en las condiciones de vida de los más pobres. Al contrario, la brecha entre ricos y pobres se ve acompañada por restricciones alarmantes en el acceso de las poblaciones a recursos públicos esenciales como la tierra, la comida, el agua, el alojamiento, la educación y la salud. La obsesión por el crecimiento económico como condición necesaria para el bienestar social va de la mano con daños ecológicos continuos, entre ellos el cambio climático y la crisis de la energía representan ejemplos emblemáticos.

La producción y el consumo de bienes, de energía y de recursos naturales han excedido la capacidad del planeta. Además, la carrera para la rentabilidad inmediata en los mercados financieros contribuye a una inestabilidad económica cada vez mayor, alimentada por la serie de crisis financieras, desde Internet hasta los subprimes. La extensión de la lógica de la inversión especulativa a la alimentación, las materias primas y la energía sólo puede reforzar la volatibidad de los precios de bienes esenciales que tienen un impacto directo en los ingresos, el empleo y el acceso a los bienes de los públicos más modestos.

La crisis obliga los Estados y las Instituciones Internacionales a improvisar la construcción de una gobernanza económica de otra manera vía la creación de nuevos mercados dónde la autorregulación ha demostrado ser un callejon sin salida. Las respuestas que apuntan a extender cada vez más las fronteras de la financiarización y del mercado para enfrentar las crisis económicas y ecológicas globales sólo tocan apenas la superficie de los problemas sin tomar la medida de los riesgos colectivos que implica la extensión de la lógica especulativa a otros bienes y sevicios. Es urgente cambiar de paradigma y crear una economía responsable, plural y solidaria.

Responsable por su anticipación de las consecuencias sociales y ecológicas a largo plazo de las prácticas económicas. Plural por el reconocimiento de la diversidad de las maneras de producir bienes y servicios para satisfacer las necesidades frente una visión dominante de la economía que reduce el acto de emprender la búsqueda de ganancias, la organización productiva legítima a la empresa de capitales, la eficacia de la asignación de recursos al mercado y el desarrollo de las sociedades al crecimiento del PIB. Solidaria por la integración de los principios de ayuda mutua, de reciprocidad y de cooperación en las finalidades y los modos de organización de las actividades económicas.

Mientras la sociedad civil se ha organizado desde hace varias décadas para intentar influenciar a los grandes actores económicos y políticos y provocar así cambios institucionales, son más bien los Estados que se han movilizado para intentar detener la crisis, proporcionando sus garantías al sistema bancario y anunciando múltiples planos de reactivación. Sin embargo, el tema de las contrapartes sociales y ecológicas a los miles de millones de dólares y de euros inyectados o prestados, así como la refundición de una gobernanza económica internacional, exigen una vigilancia y una movilización ciudadana a nivel internacional. El necesario cambio de paradigma económico no puede reducirse a una cooperación entre los gobiernos de las principales potencias sino que implica una democratización de la economía frente a los fallos del peritaje financiero y económico de los principales decisores financieros y económicos.

Del PSES a ALOE : desde las iniciativas solidarias hacia un nuevo paradigma

Al promover y apoyar la creación de redes de iniciativas solidarias en economía (comercio justo, finanzas solidarias, moneda social, responsabilidad social de los actores económicos, etc.) de actores y de prácticas provenientes de horizontes y culturas distintas, a menudo complementarias, el Polo de SocioEconomía Solidaria (PSES) ha participado en su medida a esta reapropiación ciudadana de los desafíos económicos de la globalización (gobernanza económica, deuda ecológica, etc.). Después de 10 años de existencia y evolución, la red del PSES - (www.socioeco.org) - ha decidido transformarse en la Alianza para una Economía Responsable, Plural y Solidaria - ALOE.

ALOE desarrolla estrategias y propuestas colectivas para crear alternativas al economismo dominante y la gobernanza irresponsable, así como las transformaciones socio-económicas innovadoras. ALOE es un foro de investigación-acción que apunta a unir la reflexión conceptual y experiencias profesional y militante para desarrollar innovaciones y cambios socio-económicos, involucrando a investigadores así como a innovadores, empresarios, activistas y decidores políticos.

El primer llamado de ALOE invita a todos los actores que buscan construir una economía responsable, plural y solidaria a aprovechar esta crisis histórica del capitalismo para plantear propuestas capaces de permitir no sólo encarar sus consecuencias humanas y ecológicas, pero también plantear las bases de un nuevo sistema económico. Proponer nuevas regulaciones para permitir a las iniciativas económicas responsables, sustentables y solidarias fundar otro desarrollo, al servicio de las personas y de los pueblos en harmonía con la naturaleza, es hoy una condición indispensable para que salgan de la mera innovación microeconómica y no estén asignadas a un papel de reparación social de la globalización.

Cuatro ejes principales

Porque ALOE percibe las actividades económicas como una dimensión insertada en las relaciones sociales y medioambientales que llevan a un desarrollo humano y sustentable, favorece un enfoque sistémico y transversal de innovaciones y transformaciones socioeconómicas y ecológicas.

Cuatro dominios servirán de marco a la elaboración de proyectos transversales :
1 – Visión global e integrada de una economía responsable, plural y solidaria.
2 – Gobernanza económica global y refuerzo de las capacidades de decisión de los actores e instituciones sobre los desafíos económicos.
3 –Justicia ecológica, derecho, responsabilidad y desarrollo sostenible.
4 – Alternativas e innovaciones solidarias acarreadoras de transformaciones socioeconómicas.

1 - Visión global e integrada de una economía responsable, plural y solidaria

En todo el mundo han florecido un conjunto de iniciativas económicas innovadoras que toman distintos nombres : economía solidaria, economía social, socioeconomía solidaria, economía humana, economía de proximidad, economía del trabajo, economía ecológica, etc. En el corto plazo, el objetivo de estas prácticas es de asegurar la producción y reproducción de la vida, y mejorar su calidad para millones de personas en el mundo. A largo plazo, se trata de mostrar que las actividades económicas que colocan los valores de democracia, solidaridad y sustentabilidad en el corazón de sus prácticas, son modos eficientes de producción, intercambios y consumo que pueden irrigar al conjunto de la economía.

La crisis actual y sus consecuencias atestan del fracaso de un sistema económico que ha transformado en virtudes los valores del éxito individual y de la maximización de las ganancias, la apropiación privada de las riquezas y la acumulación de los bienes materiales, la innovación y la especulación financiera, la puesta en competencia, el crecimiento sin límites.

Sin embargo, no está seguro que el llamado a más regulaciones desemboca en la promoción de los valores de responsabilidad, solidaridad y democracia en la economía. Las reformas pueden también desembocar en el “cada uno en su casa”, el repliegue nacional, la vuelta a prácticas autoritarias y el desarrollo de estrategias de guerra y crispaciones identitarias.

Esto implica dar un nuevo significado y un nuevo propósito al desarrollo, el progreso y la creación y uso del conocimiento. También implica la toma en cuenta de los límites impuestos por la naturaleza en el crecimiento económico y cómo tratar eficazmente las amenazas de crisis económicas y ecológicas.

  • ¿Cómo tomar la medida de los impactos de la crisis actual sobre los cambios de las representaciones dominantes y las creencias colectivas en torno a la riqueza y la economía? ¿En qué condiciones se puede provocar una inversión en la jerarquía de valores y de comportamientos económicos? ¿Cómo contener las lógicas de poder y rivalidades, la voluntad de apropiación e ilimitación, la obsesión de la escasez y de la optimitización, el culto de la eficiencia y del consumo, el deseo de poder y dominación, mostrando la necesidad y utilidad de las prácticas de responsabilización, moderación, cooperación, mutualización, deliberación, satisfacción en economía?
  • Responsabilidad. ¿Cómo hacer responsables y obligar las élites financieras y económícas mundiales, los bancos e instituciones financieras, las empresas transnacionales y las instituciones internacionales a rendir cuentas a la comunidad mundial de las consecuencias sociales y ecológicas a largo plazo de sus decisiones económicas presentes y pasadas y de los riesgos colectivos a los que han expuesto a la mayoría de las poblaciones y países?
  • Democracia: ¿Cómo crear las condiciones de un debate público y un control ciudadano sobre las opciones de afectación, repartición, así como las contrapartes sociales y medioambientales de los miles de millones de euros y dólares inyectados en emergencia para salvar el sistema financiero internacional? ¿Implican las garantías proporcionadas por los Estados, las que descansan al fin y a al cabo en la capacidad a pagar de los contribuyentes y de las generaciones futuras, una reapropiación democrática de las finanzas frente al peritaje defectuoso de los agentes e instituciones financieras?
  • Pluralidad: Ante una política económica con sentido único, a menudo alentada por las instituciones multilaterales y los expertos económicos del establishment, ¿cómo reconocer y promover la pluralidad de los modos de producción, categorías de bienes, formas de intercambio y de propiedad, en otras palabras una economía plural como principio para una diversidad de soluciones locales que permiten enfrentar los desafíos comunes globales?
  • Solidaridad y justicia. ¿Cómo transformar las interdependencias económicas globales, tanto sociales como ecológicas, entre los países, las empresas y las personas en nuevos principios de solidaridad económica global, condición no sólo de compromisos solidarios sino de una justa redistribución entre países y entre generaciones? Bajo este concepto, la socialización de una parte de las pérdidas financieras y las garantías de los contribuyentes y las generaciones futuras ante el sistema bancario plantea la pregunta de un esfuerzo compartido y justo del conjunto de las poblaciones tanto del Norte como del Sur frente a los efectos desiguales económicos, sociales y ecológicos de la crisis. Deben plantearse los principios y condiciones de una solidariad a nivel internacional proporcional a las responsabilidades de los distintos dirigentes e instituciones económicas en proporción a su grado de participación en un sistema financiero inestable.
  • Sustentabilidad, moderación y justicia. Las soluciones a los problemas medioambientales no surgirán unicamente de la internalización mercantil de los costos de los bienes medioambientales o de las innovaciones técnológicas, pero más bien de los cambios en los comportamientos económicos. ¿Cómo promover cambios sustanciales en modos de vida menos contaminantes y más ahorradores de energía a la vez que permitiendo un acceso más justo a los ingresos y recursos naturales entre países y generaciones? ¿Qué nuevo significado y nuevo objetivo para el desarrollo, el progreso y la creación o el uso del conocimiento, implican los límites écológicos al crecimiento económico?

2 - Gobernanza económica global y refuerzo de las capacidades de decisión de los actores e instituciones sobre los desafíos económicos.

La crisis sacó a plena luz los límites de las instituciones de Bretton Woods para controlar los riesgos globales y sistémicos de la financiarización de la economía mundial. Al hacer dependiente de las innovaciones financieras, de créditos con altos riesgos, de burbujas especulativas, el acceso a los capitales pero también a los ingresos, al consumo, a bienes públicos básicos (salud, alojamiento, alimentación, recursos naturales) de un número creciente de poblaciones y países, la liberalización de los mercados financieros hizo correr el riesgo de una inestabilidad estrutural al sistema económico mundial sin permitir una justa asignación de los recursos dedicados a los pueblos y a los países, en particular los menos desarrollados.

Las recientes crisis recurrentes tanto financiera como energética y alimentaria confirman el fracaso de una gobernanza global basada en la supuesta autorregulación de los mercados y las agencias independientes. Entretanto, la misión, la legitimidad y la eficacia de las instituciones multilaterales están cada vez más contestadas.

  • ¿Qué nueva arquitectura financiera y de comercio internacional se necesitan para prevenir las crisis sistémicas a la vez que permitan una justa asignación y repartición de los recursos a nivel internacional ? ¿Cómo hacer menos dependientes de los mercados financieros a la inversión y el acceso a los capitales? ¿Cómo luchar contras los paraísos fiscales?
  • ¿Cómo refundar el contrato social bancario entre instituciones financieras y ciudadanas? ¿Cómo garantizar una transparencia y permitir un control de los ahorradores sobre el uso de su ahorro por los bancos? En el momento donde ciertos países nacionalizan sus bancos, ¿en qué medida el patrimonio colectivo y la gobernanza democrática, históricamente promovida por los bancos mutualistas y cooperativos, permiten una garantía de los depósitos, un derecho de opinar en cuanto al destino de su ahorro, sobre las condiciones de otorgamiento de créditos, así como los montos de los servicios bancarios?
  • ¿Cómo hacer de las finanzas solidarias un elemento central de un sistema bancario y financiero renovado? ¿En qué medida las garantías aportadas por los Estados e Instituciones multilaterales al sistema bancario internacional no deben estar condicionadas por una gestión de riesgos basada en relaciones de proximidad y de largo plazo sobre la base de un compromiso mutuo y una garantía colectiva permitiendo el acceso a los créditos de los hogares modestos más que en una dilución de los riesgos en una cadena sin fin de productos derivados?
  • ¿Cómo desconectar la gobernanza de las empresas de la presión de los mercados financieros? Es necesario someter a los mismos regímenes fiscales y reglamentarios las empresas cuya gobernanza apunta principalmente a crear valor para los accionarios – con todas sus consecuencias en términos de modos de remuneración de los dirigentes (stock options, paracaídas dorado) y de alimentación de especulación en la bolsa –de las que reconocen la legitimidad y organizan juridicamente y prácticamente los poderes de los actores (trabajadores, sindicatos, ongs, colectividades locales, etc.)
  • ¿En qué escala facilitar la creación de sistemas de crédito mutuo en empresas basadas en una moneda complementaria y local (tipo WIR) permitiendo evitar el agotamiento en crédito de numeros empresas? ¿Cómo facilitar la introducción de monedas regionales apoyadas por las colectividades locales capaces de facilitar los intercambios y encarar los problemas sociales?
  • ¿ Cómo una gobernanza económica y comercial verdaderamente democrática puede establecerse a los niveles locales, nacionales, regionales y globales? ¿Qué reglas de gobernanza instaurar, para que la palabra y los intereses de los países y poblaciones más vulnerables estén tomadas en cuenta en la instauración de un nuevo sistema monetario y financiero internacional? ¿Cómo redefinir colectivamente las condiciones de una organización mundial del comercio que tomen en cuenta el impacto desigual de la crisis y de los planos de reactivación sobre los países? ¿Cómo inspirarse de los principios y prácticas de comercio justo para pensar una organización mundial del comercio justo?
  • ¿ Bajo qué condiciones y para qué propósitos una tasa fiscal internacional puede constituir la base para una aplicación eficaz del principio de solidaridad y de desarrollo sustentable en la gobernanza económica global?

3 - Justicia medioambiental, ley y responsabilidad y desarrollo sustentable.

El desarrollo sustentable apunta a responder a las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras en responder a las suyas. Según el principio de justicia medioambiental, todas las personas tienen el derecho a disfrutar de un ambiente saludable y deben compartir los recursos naturales del planeta de una manera justa y sustentable. La obtención de la justicia social y medioambiental requiere que los recursos naturales se manejen y redistribuyan de manera de garantír una igualdad de oportunidades entre países y generaciones en términos de actividad económica y bienestar.

La deuda ecológica es esencialmente una nueva manera de mirar las relaciones pasadas y presentes entre los países y entre las clases sociales. Ofrece: (1) una nueva perspectiva política: el Norte como deudor, el Sur como acreedor. En el Norte como en el Sur, la deuda ecológica es una herramienta de campaña, así como una herramienta política; (2) una nueva perspectiva económica: enfoca las consecuencias ecológicas del sobreconsumo, de las actividades productivas y del comercio; (3) una nueva perspectiva ética, basada en las responsabilidades y los derechos en términos de medioambiente; (4) una nueva perspectiva ecológica: muestra la imposibilidad de mantener el estilo de vida de los países ricos y exportar este estilo de vida a los países del Sur; (5) una nueva perspectiva legal: apunta al reconocimiento de los daños y perjuicios ecológicos y la apropiación desigual y uso inadecuado de los bienes y recursos globales.

Para medir la aplicación de estos conceptos, necesitamos herramientas más amplias que los indicadores económicos tradicionales enfocadas en el crecimiento, la rentabilidad y el PIB como los únicos objetivos de la actividad económica. Los indicadores de desarrollo sustentable, de bienestar y felicidad están siendo introducidos en un número creciente de países, y está induciendo un reconfiguración de la economía de una manera socialmente y ecológicamente sustentable. Los ejemplos como la huella ecológica, el IBES (el Índice de Bienestar Económico Sustentable, ISEW en inglés) o el GNH (Gross National Hapiness index en inglés- índice de Felicidad Nacional Bruta) son bien conocidos.

También necesitamos marcos jurídicos adecuados nacionales e internacionales, con leyes que hagann de la justicia social y ecológica sustentable un criterio legal para guiar conductas individuales, a nivel de la comunidad, de la empresa y del Estado. Un mundo sustentable no es sólo el resultado de medidas económicas y tecnológicas, sino que emergerá principalmente desde los cambios culturales en los valores individuales y colectivos, las actitudes y conducta con respecto al consumo, la producción y los desechos.

  • ¿Cómo integrar la ciencia de la economía ecológica en la concepción de políticas, las visiones económicas tradicionales (en las universidades) y las actividades concretas en el terreno? *¿ Qué conjunto de indicadores puede apoyar de la mejor forma posible la planificación del desarrollo y la evaluación de los resultados de las políticas y las prácticas de desarrollo sustentable, tanto en los países industrializados como en los países pobres?
  • ¿ Cómo hacer del concepto de deuda ecológica, medido en términos monetarios u otros, un instrumento para guiar las políticas, la legislación y las regulaciones hacia el cambio de los modelos globales de consumo, producción, comercio y finanzas?
  • ¿ Qué estrategias pueden desarrollarse para transformar los pagos de la deuda ecológica en inversiones en empresas socialmente responsables en los países en vías de desarrollo?
  • ¿Cómo hacer efectivas a nivel global las responsabilidades de las empresas y los gobiernos con respecto a los estragos ecológicos de sus decisiones económicas en el corto y el largo plazo?
  • ¿ Cómo establecer un fondo petrolero internacional, pagado por tasas en las ganancias de las compañías que producen petróleo y gas y gestionado por una institución medioambiental mundial como una herramienta para regular los precios de combustible y apoyar la inversión de países más pobres en soluciones energéticas innovadoras que les permitan enfrontar el cambio climático?

4 - Alternativas e innovaciones solidarias acarreadoras de transformaciones socioeconómicas

En todos los continentes, iniciativas creativas y solidarias han florecido y han continuado multiplicándose en todo la cadena económica, desde la producción pasando por el comercio, las finanzas, el consumo y el dinero. Anclados en sus contextos culturales e históricos respectivos, contestan de una manera individual y/o colectiva el marginamiento forzado de partes enteras de la economía.

Su anclaje en los territorios y las solidaridades, su tamaño, la finalidad social de su producción, su gobernanza democrática y su patrimonio colectivo hacen de éstos fuerzas de resistencia frente a la crisis. Pero constituyen potencialmente alternativas que permiten, más allá de las innovaciones locales, de transformar la economía? La crisis actual es sin duda una ventana histórica para que las empresas e iniciativas solidarias den valor a sus valores y prácticas pero cambian de escala para responder a la emergencia de los desafios societales actuales. Más allá del reconocimiento de otros modos de emprender, intercambiar y consumir, el desafío consiste en que los valores de responsabilidad, de democracia y de solidaridad se integren en las reglas de la gobernanza económica.

  • ¿Cómo puede la economía solidaria responder a las consecuencias económicas y sociales de la crisis actual en términos de sistema plural de propiedad y apropiación de los bienes productivos, acceso al crédito y de gestión colectiva de los riesgos, de acceso al empleo y lucha contra la precariedad, de acceso a los bienes básicos (salud, alojamiento, alimentación...) a un precio abordable, de desarrollo de los modos de producción y consumo democráticos más respetuosos de equilibrios ecolócios y solidarios de las generaciones futuras? Cómo ir más allá de un papel amortiguador social de las situaciones de crisis?
  • Cómo pasar de una política de la innovación socioeconómica a una política de inversión y desarrollo de la economía solidaria? ¿Cómo redefinir el papel del Estado en la gobernanza socioeconómica? ¿Qué estrategias definir para democratizar la economía y las finanzas públicas?
  • Cómo y en qué escala construir filiales, polos de desarrollo de empresas y circuitos de distribución de productos y servicios de la economía responsable, plural y solidaria (ERPS)? ¿Qué estrategias para difundir y hacer cambiar de escala las innovaciones y las alternativas socioeconómicas?
  • Cómo enmarcar socialmente y ecológicamente los mercados de manera de valorizar las empresas que tienen una producción responsable, solidaria y sustentable?
  • En qué condiciones y de acuerdo con qué modalidades una reactivación de la actividad para el consumo responsable y sustentable estaria prevista?
  • Cómo construir una política de desarrollo de una economía responsable, plural y solidaria tomando en cuenta los avances y limítes de las políticas nacionales y locales de la economía social y solidaria existentes?

El Comité de Coordinación y Facilitación de ALOE :
Ben Quinones
Laurent Fraisse
Leida Rijnhout
Marcos Arruda