Después de seis días de posturas públicas y de regateo, los negociadores en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio celebrada en Hong Kong no han hecho progresos significativos acerca de las problemáticas que estaban en el corazón de las negociaciones de la ronda de Doha, a saber cortes en los aranceles sobre productos agrícolas, liberalización del comercio de los bienes industriales y apertura de los mercados de servicios. El acuerdo ratificado por los Ministros preve 2013 como fecha límite para poner fin a los subsidios a la exportación sobre productos agricolas, la extensión de una ayuda para los estados más pobres de la OMC y ofrecece poco o nada a los productores de algodón africanos. Un acuerdo en Hong Kong se ve como vital, responde a las esperanzas de la OMC de lograr la redacción de un anteproyecto de tratado de comercio en 2006, lo cual inyectaría billones de dólares en la economía mundial y sacaría a millones de personas de la pobreza.
Era predecible que las reacciones fueran muy distintas. "El alivio en la sala es palpable. Todos compartimos el sentimiento que lo logramos, no completamente... pero con un ímpetu para terminar la Ronda en 2006 " - indican las notas del diario de conferencia de Pascal Lamy. Mientras los países en vía de desarrollo le dieron una cauta bienvenida, India acoge favorablemente la revisión del anteproyecto. "Después de haber dado muchas vueltas, ahora parece estamos iniciando una agenda de desarrollo", dijo el Ministro de Comercio e Industria Kamal Nath que representaba a la India.
Como resultado de los seis días de intensas negociaciones y regateo entre naciones ricas y pobres, se aprobó un texto de compromiso que fue aceptado por los 149 goviernos miembros reunidos para la conferencia ministerial en Hong Kong. Propone la eliminación de los subsidios a la exportación para el algodón—una problemática sensible para los Estados Unidos—en 2006, y fija el 30 de abril de 2006 como fecha límite para alcanzar un anteproyecto de acuerdo para el ciclo más amplio de Doha. Deja abierta la posibilidad de desmantelar los subsidios para el algodón de las naciones ricas, — una demanda africana clave—, más rápida y ambiciosamente que en virtud de cualquier fórmula general que se acuerde en el futuro.