El sector de la economía social y solidaria catalana, que genera 13.500 puestos de trabajo, organiza su primera feria los próximos 27, 28 y 29 de octubre en la fábrica Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu de Barcelona para demostrar que existe otra manera de generar riqueza.
Véase http://www.firaesc.org/
3.500 entidades muestran que otro economía es posible en la I Feria de economía social
El sector de la economía social y solidaria catalana pondrá de nuevo de manifiesto, con la organización de su primera feria, que hay otra manera de generar riqueza, con economía real, desde los valores democráticos y poniendo por delante las personas y el medio ambiente.
La feria, que se celebrará el 27, 28 y 29 de octubre en la fábrica Fabra i Coats del barrio de Sant Andreu de Barcelona, agrupará las empresas y entidades por sectores dirigidos al consumidor final y reunirá unos 7.000 asistentes. De esta manera mostrará que se pueden resolver la mayor parte de las necesidades de la vida dentro de la economía solidaria. Estos sectores serán: habitar (vivienda, movilidad, energía, bienes electrodomésticos…), alimentarnos, vestirnos, conocer (educación, cultura, comunicación), cuidar, divertirnos y, finalmente, gestionarnos (finanzas éticas, servicios a empresas).
Bajo el paraguas de la economía solidaria se reúnen cooperativas, asociaciones, fundaciones, centros especiales de empleo y empresas de inserción que son empresas eficaces y, a la vez, democráticas, equitativas y sostenibles. Estas organizaciones reúnen 13.500 trabajadores y un gran volumen de facturación. Según Xavi Palos, portavoz de la FESC-Feria de Economía Social y Solidaria-“la primera edición de la Feria es un reto pero el objetivo es su continuidad y que se convierta en un referente periódico del sector en Cataluña” porque asegura “somos el futuro del sistema”.
La economía solidaria pretende transformar la sociedad con prácticas económicas alternativas que se arraigan en la fertilidad de la tradición cooperativa, en las nuevas experiencias inclusivas y solidarias y en un nuevo paradigma que sitúa la actividad económica en medio de las necesidades humanas. Todas ellas cumplen los requisitos de propiedad colectiva, gestión democrática y responsabilidad social.