Durante las últimas décadas, hemos sido partícipes de múltiples iniciativas surgidas desde la sociedad civil, enmarcadas dentro de lo que ampliamente denominamos como Economía Social y Solidaria, a través de distintas manifestaciones socio-económicas, buscando enfrentar o atenuar los fuertes impactos del modelo neoliberal, caracterizado por la exclusión, la marginación y con niveles crecientes de pobreza, en los distintos países de América Latina.
Esto implicó para amplios sectores populares, la necesidad de adoptar distintas estrategias de sobrevivencia, a través de la implementación de iniciativas productivas, autogestionarias, de manera de poder generar –o complementar- sus propios ingresos. Así las sociedades se fueron fracturando entre algunos –pequeños- sectores con altas capacidades de consumo y de opulencia, y otras - grandes mayorías- que no logran acceder a los derechos básicos, como la alimentación y la vivienda. Paralelamente, desde los ámbitos académicos, y desde los gobiernos, se generan en respuesta a las demandas de dichos sectores, la implementación de distintos programas de apoyo a los sectores de la Economía Social y Solidaria- tanto públicos como privados- con la finalidad de disminuir los efectos de la inequitativa distribución de la riqueza.
La articulación entre las políticas sociales y económicas, parece imprescindible para el logro de los objetivos y principios de la Economía Social, buscando superar las actuales restricciones que impone el modelo económico vigente, concentrador y excluyente.
Existe una rica experiencia acumulada en estas temáticas, en los países de la región (MERCOSUR), como en los distintos países de América Latina, tanto desde las organizaciones y movimientos sociales, como desde la institucionalidad. En la última década varios gobiernos de izquierda, comprometidos en la construcción de un nuevo modelo de desarrollo inclusivo, integral y equitativo, generan e implementan distintas estrategias de políticas públicas, buscando “convertir los programas de transferencias monetarias en mecanismos de inclusión social en los países miembros” (Foro de Economía Social de la UNASUR).
Es así que en los distintos países de Latinoamérica, se vienen implementando diversas estrategias que intentan dotar al concepto de Economía Social y Solidaria instrumentos de política y de programas concretos capaces de generar una nueva concepción de la Economía donde la producción y el consumo se basan en relaciones de equidad, solidaridad, de responsabilidad social y ambiental, y de distribución de las utilidades entre todos los participantes del proceso; lo cual profundiza la participación democrática y genera una nueva cultura de ciudadanía. Uruguay, no es ajeno a este proceso, en el año 2005 se crea el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), con el primer gobierno de izquierda nacional, en un contexto de importantes niveles de exclusión, de fragmentación del tejido social y de altos índices de pobreza. Actualmente el MIDES enfrenta el desafío del segundo período de gobierno, de profundizar las políticas públicas, desde la “emergencia social” a la promoción del desarrollo social, con fuerte énfasis en lo local.
En este marco, hay una confluencia de intereses y políticas comunes, regionales, que hacen imprescindible para nuestro país, aprovechar de las experiencias vecinas, tratando de plasmar aprendizajes y oportunidades. Esto nos impulsa y desafía a profundizar los marcos de referencias conceptuales, políticas e institucionales, para el logro de mejores alcances de las políticas públicas, y de disminución efectiva de la brecha -aun vigente- entre los sectores de mayor riqueza y las amplias mayorías populares.
Es por esto que los estamos convocando a participar del este Encuentro sobre políticas y actores vinculados a la Economía Social y Solidaria, de manera de intercambiar logros y dificultades, aprendizajes y desafíos, desde la experiencia latinoamericana.
Objetivo general:
Generar un ámbito de debate entre los diferentes ámbitos académicos, decisores (públicos y políticos) y la sociedad civil, sobre las distintas concepciones y abordajes de las experiencias y políticas de la Economía Social y Solidaria, desde los avances y desafíos de la experiencia acumulada en los distintos países de América Latina.
Durante el primer día el Encuentro busca abordar la temática, combinando exposiciones generales que aportarán al marco conceptual e institucional de la Economía Social y Solidaria desde la institucionalidad pública, la autonomía de la sociedad civil y el rol del Estado, con una perspectiva de derecho. En esta jornada participarán destacados panelistas de la región, actores sociales y decisores políticos. Las preguntas que guiarán la discusión son: ¿Hay contradicción entre la autonomía de las organizaciones y la institucionalización de las experiencias de Economía Social y Solidaria?, ¿Es posible generar procesos que tiendan a la institucionalización de la ESyS sin que se vea amenazada la autonomía de estas experiencias? ¿Cuál debe ser el Rol del Estado?
Durante el segundo día se desarrollarán distintas Mesas temáticas, a partir de presentaciones de distintas experiencia latinoamericanas que abordarán aspectos específicos, desde la producción y el consumo responsable, con énfasis en la producción agro-alimentaria como eje estratégico, así como distintas alternativas de estrategias colectivas de producción y comercialización.
Se buscará debatir e intercambiar sobre el rol asignado a la Economía Social y Solidaria: ¿es sólo una alternativa que mejora las actuales condiciones de los sectores excluidos dentro del actual sistema económico? o ¿se vislumbra como un modelo realmente alternativo de desarrollo, capaz de transformar las relaciones sociales de producción y consumo? La actividad finalizará con un debate donde intercambiarán distintos especialistas en el tema.