16 al 19 de noviembre 2010
1° CONGRESO LATINOAMERICANO DE MICROCRÉDITO, Nuestra Palabra tiene Crédito
Buenos Aires, Argentina

Programa Congreso Nov2010
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Fundamentos Congreso Microcredito Nov 2010
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En tiempos de crisis internacional, convergen en la región Gobiernos Nacionales y Populares que plantean una visión más amplia e integral del desarrollo, asumiendo como central la consolidación de la equidad social y territorial, en franca contraposición a los intereses financieros y corporativos del mundo globalizado.

A partir de una concepción de Estado Presente y Promotor, que articula la política económica con el desarrollo social, crecen los niveles de consumo popular a través de una fuerte inversión fiscal en políticas de seguridad social y promoción del empleo. Sin duda, ello constituye un quiebre histórico con respecto a las recetas clásicas de la concepción neoliberal de reducción del gasto fiscal, el desmantelamiento del aparato productivo nacional, la privatización de los servicios públicos y las políticas sociales compensatorias que tanto alentaron, y alientan, los organismos multilaterales de crédito con las recetas de ajuste permanente del FMI y el Banco Mundial.

Las Políticas Sociales, desde este modelo de Estado, ponen el acento en el desarrollo humano, en la multiplicidad de necesidades, potencialidades e integralidad de la persona. Es una concepción centrada en el protagonismo del Sujeto en la construcción de la política pública, la participación ciudadana y la democratización de la economía.

Involucrar al Estado, implica generar condiciones de regulación, fiscalización y control, tanto como proveer acciones de promoción social y equidad territorial para brindar oportunidades a las grandes mayorías excluidas.

Planteado como política pública, la recuperación de este rol del Estado, requiere de un conjunto de legislaciones y regulaciones complementarias (como en Argentina son las leyes de Promoción del Microcrédito, del Monotributo Social y de Marcas Colectivas) que sean efectivas, realistas y de alcance masivo. Estas herramientas de una nueva institucionalidad reconocen al trabajador autogestivo como Sujeto de la Economía Social, con sus propias características y necesidades, ya que no se trata de una versión reducida de la empresa capitalista moderna. La profundización de este rumbo iniciado en 2003, le permitirá al Estado reasumirse también en su rol de control y formador de mercados, generando condiciones para complementar procesos productivos, promover articulaciones de tipo horizontal y vertical, cadenas de valor, entre otros.